“Pat Garret & Billy the Kid” (1973), Bob Dylan

Para mi este disco que tiene tanto significado que no se como hablar de él. Empezaré por el autor. Todo el mundo sabe quien es Dylan, así que no voy a hablar de él, solo del disco y de la película para la que fue compuesto como banda sonora. Solo comentar que ya era un monstruo consagrado y había grabado sus mejores álbumes como “Another Side of Bob Dylan” o “Bringing It All Back Home” y que ya había dado el salto eléctrico que supuso “Highway 61 Revisited” (grabado junto a Mikel Bloomfield).

Dylan llevaba tres años sin pasar por un estudio de grabación y era la primera vez que intervenía en una banda sonora y lo hacía para remarcar el estilismo de un director tan peculiar. En 1973, Sam Peckinpah, ya era un director reconocido, autor, entre otros títulos de “Grupo Salvaje” o “La Balada de Cable Hogue” donde nos muestra un cine del oeste crepuscular, realista y con un pesimismo constante. Un cine de personajes cansados, resignados a su suerte, casi siempre mala, que vivieron mejores momentos y que sobreviven en un entorno explícitamente violento. Tras realizar “Perros de Paja”, donde insiste en la violencia, “Junior Bonner” que retrata la vida de otro “outsider”, esta vez un agotado jinete de rodeo y la impactante “La Huida” llega esta película sobre los últimos días de Billy el Niño.

La vida de “el Niño” y de su amigo Pat Garrett ya la habíamos visto en clásicos como “Chisum” (Andrew V. McLaglen, 1970) o “El Zurdo” (Arthur Penn, 1958), con un impagable Paul Nuewman, que nos retrataban distintos momentos de la vida de este legendario forajido. Pero aquí Peckimpah se centra en la amistad entre Billy (el cantante country Kris Kristofeson) y Pat Garrett (un impresionante James Coburn) una vez pasados los “viejos tiempos”.

Los tiempos han cambiado, y ahora Pat Garrett, para continuar sobreviviendo se pasa al lado de la Ley y se ve abocado a perseguir a los que fueran sus compañeros durante su vida de forajido entre los que se encuentra Billy el Niño, quien malvive cerca de México. Garrett, por la amistad que les une le advierte de la nueva situación y Billy, tras un momento de duda, decide enfrentarse a su destino que no es otro que encontrarse con su viejo amigo. Algo así como el encuentro entre Obi Wan Kenobi y Darth Vader.  La película crea una atmósfera densa, en la que el polvo atraviesa la pantalla y el pesimismo se transmite mediante la impresionante banda sonora compuesta por Bob Dylan

El disco fue producido por Gordon Carroll y grabado en Burbank Studios, de California para Columbia Records viebndo la luz un 12 de julio de 1973. En la grabación acompañaron a Dylan músicos de estudio como Bruce Loanghorne, uno de los mejores guitarristas de estudio de los “años folk”, Booker T. Jones, legendario líder de Booker T & the MG’s, Roger McGuinn, ex-líder de The Byrds, Byron Berline, violinista que acompaño entre ortos a The Flying Burrito Brothers o Jim Keltner, músico de estudio que grabó con George Harrison, Ringo Star y John Lennon en la época post-Beatles. Completaron las sesiones otros músicos de Columbia como el teclista Carl Fortina o el bajista Terry Paul.

La banda sonora tuvo un tema de mucho éxito, que si bien no es mi preferido, es un magnífico corte. Hablo de “Knockin’ on Heaven’s Door”, que además de Dylan, Keltner, McGuinn, Paul, y Fortina y las voces de Brenda Patterson, Carol Hunter, Donna Weiss, . Es casi obligatorio ver la escena en la que un viejo sheriff, herido de muerte va caminando seguido por su compañera de toda la vida, la hierática Katty Jurado, mientras resuena la voz de Dylan.