“Moondance” (1970). Van Morrison

Una ciudad dura, un tipo duro, música dura. Así comenzó Van Morrison con su primer grupo de interés, Them! El sonido afilado del rithm and blues británico de los primeros 60 que dio lugar a temas clásicos como “Gloria” o “Little Girl” poco hacía sospechar que, tras su marcha a Estados Unidos, Van Morrison se convirtiera en uno de los creadores más originales de los últimos 50 años.

Este cambio se aprecia desde el primer corte de su ópera prima en solitario, “Blowin’ Your Mind”, se materializa para la crítica en su segundo elepé, “Astral Weeks” y se extiende al público en este “Moondance” del que vamos a hablar hoy.

En 1967 Morrison estuvo en Nueva York para grabar una serie ocho de temas que debían salir como cuatro sencillos, pero que la compañía Bang Records publicó como un elepé sin el permiso de Morrison. De esta forma salió su primer disco en solitario que posteriormente dio lugar a una agria disputa por los derechos de los temas. En esta época conoció a la que sería su primera mujer Janet Planet y fijó su residencia en el área de Boston, siendo Woodstock uno de los lugares en los que residió a principios de los 70. Allí fue vecino de Dylan y de los miembros de The Band cuando estos vivían en la casa rosa que daría nombre a uno de sus grandes discos, acercándose al mundo hippie de principios de década.

En este periplo americano y una vez librado de los problemas con Bang Records, firmó un contrato con Warner Bros que se materializó en 1968 en su “segundo primer disco” en solitario, “Astral Weeks”. Ahora, con gran parte del control de la grabación y de la banda, Van grabó un disco difícil para el gran público, pero profundamente Morrison. La mezcla de jazz, soul y rithm & blues, su intimismo y su poesía lo hacen maravilloso y fue ampliamente alabado por la crítica. Sin embargo, resultó un disco poco radiable y menos aún susceptible de vender singles. Cinco de los ocho temas pasaban de los 5 minutos llegando a los más de 9 en “Madame George”, algo todavía difícil de digerir para las emisoras de radio y complicado para los discos de 45 rpm.

Escarmentado de los problemas con Bang Records, y temiendo que Warner Bros se entrometiera demasiado en sus obras, Morrison comenzó a componer los temas que darían lugar a “Moondance” a los pocos meses de la publicación de “Astral Weeks” una vez instalado en Woodstock. La idea era grabar de forma más cercana al jazz que al pop de la época, es decir, partiendo de las armonías y con ciertos arreglos en mente, dejando a los músicos sin partitura y dándolos la libertad para la improvisación en el estudio.

Las sesiones de estudio que dieron lugar al elepé comenzaron el 30 de julio de 1969 y se llevaron a cabo en los Mastertone Studios y en los A&R Studios ambos en Nueva York. La banda con la que grabó puede considerarse un embrión de su posterior Caledonia Soul Orchestra, integrada por John Klinberg al bajo, John Platania a la guitarra, Jeff Labes al piano y Guy Masson a las congas y Gary Malaber a la percusión y el vibráfono. La banda contó también con una sección de vientos integrada por Jack Schrorer al saxofón y Collin Tilton a la flauta, así como con los coros de The Sweet Inspirations (Jackie Verdell, Emily Houston y Judy Clay) en los terceros cortes de cada cara, quienes volvieron a trabajar con Morrison en “His Band and the Street Choir” en 1970.

En su afán por controlar todo el proceso de grabación Van Morrison se encargó personalmente de la producción y de la mezcla, desplazando a Lewis Merenstein quien no obstante figuró como quien figuró como productor ejecutivo en los créditos del álbum. Morrison comentó: “Nadie sabía lo que estaba buscando salvo yo, de modo que lo hice”.

El elepé salió a la venta el 28 de febrero de 1970 y al éxito de crítica le siguió el de público. Las influencias de Van, jazz, soul, blues, … transcienden de la música y Van se convierte en influencia. Su música es única, reconocible, directa, clásica. El dominio de la melodía, del ritmo, de la integración de los instrumentos, de la mezcla,  hacen de este disco el verdadero inicio de una carrera que dura más de 50 años. “And It Stoned Me”, “Caravan”, “Moondance” todas son deliciosas, pero “Into de mystic” es sublime, el centro del elepé. Van Morrison merecería pasar a la historia de la música solo por este tema. Una metáfora acerca de la espiritualidad y de su búsqueda con una melodía hipnótica y una armonía absorbente

And I want to rock your gypsy soul
Just like way back in the days of old
And magnificently we will flow
into the mystic

Ahora un par de vídeos.

Aunque la versión en estudio es inmejorable, os pongo aquí una interpretación en directo de “Into the mystic” merecedora de escucha.

El mismo tema en una versión (maravillosa versión) de los Allman Brothers hace unos pocos años

Otro genio,  Joe Cocker, interpretando “Into the Mystic” en 1996

“Caravan”, otra canción sobre la libertad, en este caso interpretada por Van Morrison junto a The Band en el concierto de despedida de sus ex-vecinos filmado por Martin Scorsese

“Louisiana Blues and Zydeco” (1965). Clifton Chenier

El acordeón es un instrumento que asociamos con la inefable María Jesús y el torturante “baile de los pajaritos”. Personalmente, lo asocio al gran Miliki y a la actuación musical con el que los famosos payasos finalizaban su televisivo show. Es por ello, que muy poca gente sea capaz de imaginar este instrumento como central en una banda de blues.

Escuche por primea vez a Clifton Chenier en 1990 tras comprarme en el Escridiscos de Talavera de la Reina un vinilo recopilatorio de varios músicos de blues. El número 22 del voluman III de la colección “Grandes nombres del Blues” incluía temas de Bessie Smith, Otis Spann, Johnny Shines y de nuestro protagonista de hoy.

Clifton Chenier nació en 1925 en la ciudad de Opelousas en el estado de Luisiana, en cuyas regiones pantanosas se refugiaron los habitantes de la Acadie (Nueva Escocia y otras islas de Canadá, una parte de Quebec y el estado de Maine) tras ser expulsados por los ingleses en 1755. En esta región llamada por los españoles La Acadiana, los desterrados fueron bien recibidos (nuestros compatriotas de la época querían más católicos por allí) y echaron raíces, creando una cultura propia basada en su gastronomía, dialectos y música: el cajún.

Esta música se fue enriqueciendo a lo largo de los siglos XIX y XX con los sonidos procedentes de los blues de los negros, de los acordeones de los colonos germánicos, de los violines irlandeses, de la música mejicana, etc. La esencia de la música cajún eran los interminables bailes de sábado por la noche. Las relaciones raciales eran bastante buenas en el país cajún hasta que a principios de los 40 varios acontecimientos relacionados con el Ku Klux Klan provocarían un giro en esta situación acercando la música cajún a temas racistas, como ocurrió con el tema de Happy Fats (Le Roy Le Blanc) titulado “Dear Mr. Presidente” que defendía sin tapujos el segregacionismo y el racismo. Así sonaba este cajún blanco de pre-guerra.

La música cajún negra, el la la, se había ido separando del cajún blanco conforme ésta se acercaba a la música country desde los años 30. Pero es a partir de que el cajún se vuelve racista, cuando los negros francófonos crean su propio estilo musical acercándose a la música negra del momento. Este estilo es el zydeco. Esta música mantiene muchas de las esencias del cajún, como los acordeones y los violines, pero incorpora, sobre todo tras la 2ª guerra mundial, fraseos de guitarra cargados de blue notes, saxofones y un uso cada vez mayor del inglés. Clifton Chenier es considerado unánimemente el creador del estilo y es conocido como el “rey del zydeco”. Hoy, el zydeco, es un estilo vivo, que ha ido evolucionando en el seno de las poblaciones rurales negras de Louisiana y en el caso de los artistas mas recientes el componente blues está desapareciendo. Buckwheat, Fernest Arceneaux, Lynn August, Joe Walker, Qheen Ida (a quién podéis ver en un video al final de la entrada), Major Hardy y C.J. Chenier (el hijo del rey) son los músicos que han traído el zydeco desde sus orígenes hasta nuestros días.

Chenier trabajó muchos años en las plantaciones de algodón y ya en los 50 trabajaba como animador de los bailes populares de Beaumont y Huston con su “Hot Sizzling band”. El espectáculo se basaba en música bailable y con mucho sentido del humor y su repertorio lo formaban blues, rock, valses, two-steps… mezclando ingles y francés en la mas pura tradición acadiense. A partir de 1954 comienza a grabar para pequeños sellos locales (Elko y Post) que le valieron el reconocimiento de Chris Strachwitz quien lo grabó para Ahoorlie y realizó una amplia campaña de promoción que lo dio a conocer en todo el mundo.

La banda de Chenier estuvo compuesta por guitarristas de la talla de Lonesome Sundown o Phillip Walker, aunque la esencia de la banda siempre fueron el acordeón del “rey” y la rubboard (variación de la washboard, o tabla de fregar, que se colocaba a modo de peto y se tocaba con dos cucharas) de su hermano Cleveland. Con el tiempo, su hijo C.J. Pasó a formar parte de la banda.

El disco que os recomiendo es el primer elepé de Clifton Chenier en particular, pero también la primera completa de un música Zydeco. “Louisiana Blues and Zydeco” (Arhoolie F1024) se grabó en los Gold Star Studios en Houston, Texas, el 11 de mayo de 1965. La versión en elepé original contaba con 11 temas, 6 en la cara A y 5 en la B, que fueron ampliados a 24 en la versión CD de 1990 y recortadas de nuevo, esta vez a 19 en la versión de 2005, que es la que se encuentra en Spotify.

En esta última versión, formada por los 11 temas originales, los primeros, y por otros temas inéditos hasta esta versión, que si bien creo que son descartes de la grabación original, no estoy completamente seguro.

Junto al acordeón, voces y armónica de Chenier, los músicos de la sesión fueron el bajista Fulton Antoine (6 – 10, 12 – 17), los bateristas Madison Guidry (1- 5, 11, 18, 19) y Robert St. Judy (6 – 10, 12 – 17), la guitarra Cleveland Keyes (6 – 10, 12 – 17), el piano de Elmore Nixon (6 – 10, 12 – 17) y la rubboard de Cleveland Chenier (1 – 5, 11, 18, 19). Se encargó de la producción el ya citado Chris Strachwitz con Doyle E. Jones en la parte técnica.

El disco es una declaración de intenciones. Los cuatro temas que abren esta versión son temas claramente zydeco, sin apenas aspecto blusero (Zydeco Et Pas Sale, Lafayette Waltz, Louisiana Two Step, Clifton’s Waltz). Siguen blues clásicos (Louisiana blues o I Can Look Down At Your Woman), alocados (Hot Rod, Accordion Boogie), festivos (Ay-Tete-Fee), rocanroleados (Let’s Rock A While). El disco destila fuiesta, huele a pollo picante a la orilla del pantano en una agotadora noche de sábado

Unos de vídeos de música zydeco. El gran Chenier en Bon Ton Roulet, …

e interpretando el clásico Jolie Blonde

Y algo más reciente

Mundo viejuno 1: Johnny Shines (1915-1992)

Hoy, aunque no se con que periodicidad, quiero empezar una nueva sección dedicada a los padres del blues y para ello he elegido a uno de los mas desconocidos pero tan importante como los que han pasado a la fama. Se trata de Johnny Shines.

John Ned Shines (Frayser, Tennessee, 24/4/1915 – Tuscaloosa, Alabama, 20/4/1992) fue uno de los grandes maestros del blues del Delta y uno de los creadores del blues de Chicago, pero como otros tantos bluesman, diversos avatares hicieron que conociera la fama tarde.

El joven Johnny aprendió a tocar la guitarra de su madre en Memphis, donde pasó la mayor parte de su infancia tocando en la calle y en los juke joint, pequeños establecimientos frecuentados por los negros del sur donde se servía alcohol casero, se apostaba y se bailaba. Todavía adolescente, Johnny emigró a Arkansas donde trabajó de granjero durante varios años, hasta que un encuentro casual con Robert Johnson le devolvió al mundo del blues.  Durante un par de años, entre el 35 y el 37 Robert y Johnny recorrieron gran parte de los Estados Unidos y Canadá. Tras separarse de Robert Johnson, recorrió el Delta con su guitarra tocando aquí y allí hasta que decidió emigrar a Canadá en busca de trabajo. Sin embargo, a su paso por Chicago un primo le consiguió un trabajo en la construcción lo que le lelvó a quedarse en la nueva capital del blues. Estamos en 1941,  y Johnny Shines ya es un músico consumado y con un estilo muy marcado por su profunda voz, dominando tanto el fingerpickin’ como el slide.

En 1946 Lester Melrose lo grabó para Columbia acompañado por Big Bill Broonzy aunque esta sesión terminó por no ser publicada. Lo mismo ocurría  en 1950, pero esta vez para el sello de los hermanos Chess. Johnny grabó otro par de títulos que tampoco fueron editados porque Len Chess no quería crearle competencia a Muddy Waters desde su propia compañía. Aún así, siguió tocando en varios clubes de Chicago hasta que en 1952 consiguó ver publicadas algunas grabaciones para el sello J.O.B. Records para los que grabó sus clásicos “Ramblin’”, versión propia del sempiterno “Walkin’ blues”, o “Brutal Hearted Woman” junto al armonicista Big Walter Horton. Pero el sello, fundado tres años antes por Joe Brown y “St. Louis Jimmy” Oden , no destacaba por su eficiente gestión ni por dedicarse en exceso a promocionar a sus artistas lo que se traduce para Johnny Shines en varios años de calvario en los que vende su guitarra, deja de tocar y se gana la vida en la construcción.

Sin embargo, gracias a la revista “Blues unlimited” sus temas estaban siendo promocionados en Europa donde empezó a causar entusiasmo. Así, en 1966 cuando regresaba de hacerse unas fotos con sus amigos bluesman de los clubs de Chicago fue reconocido por Sam Charters quién le convenció para grabar cinco temas que incluyó en un disco para Vanguard titulado “Chicago: Blues Today, vol 3” y por fin le llegó el reconocimiento.

A partir de ese momento, realizó sus mejores trabajos, como “Last Night’s Dream”, para Warner Bros en 1968, “Johnny Shines with Big Walter Horton”  y “Standing at the Crossroads” ambos para Shout! Records en 1969 y 1970, respectivamente.

A lo largo de los años 70, participó en giras y festivales por Estados Unidos y Europa, asociado primero con Big Walter Horton y más tarde con Robert jr. Lockwood, otro ex-compañero de Robert Johnson. En esta década pasó a ser muy apreciado por los nuevos aficionados al blues, aunque fue más entrevistado por su amistad con Robert Johnson que por sus propios méritos. La mitomanía que se desarrolló en torno a éste, sobre todo alrededor de su pacto con el diablo (que en realidad formaba parte de la historia de Tommy Johnson) y sobre el blues nº 30, fue una sombra que le persigió durante el resto de su vida, pero aún así, se mantuvo muy activo grabando un buen puñado de buenos discos de blues del Delta.

Ya en los 80, a pesar de sufrir una hemiplejia que le restó muchas facultades siguió actuando y grabando buenos discos como “Johnny Shines” (Hightone) , “Last Night’s Dream” (Columbia) donde alterna temas en solitario con otros acompañado por la banda de Phillip Walker o “Standing at the Crossroads” (Testament) donde interpreta a mas puro estilo del Delta.

Tres de vídeos para terminar. En el primero le podemos ver interpretando el clásico de los clásicos, “Sweet home Chicago” de Robert Johnson. La grabación está hecha para el DVD “Legends of the Delta Blues” de Vestapol

En el segundo, interpreta “Tell me Momma”

Cambiamos de estilo, y le vemos acompañado por una banda en el primer Mississippi Delta Blues Festival en 1979

 

American Folk Blues Festival (1962-1966), Varios artistas

Así como en la década de los 50 el blues era la música por excelencia en los clubes negros de las grandes ciudades americanas, en Europa era un estilo de música prácticamente desconocido. Es más, lo poco que se sabía del blues lo situaba en los orígenes del jazz y lo relacionaba con el estilo rural personificado en Big Bill Broonzy que había hecho alguna gira por Europa.
Dos amantes del jazz, los alemanes Horst Lippmann y Fritz Rau, se embarcaron en el empeño de realizar un festival de blues que diera a conocer al público europeo a los grandes bluesman americanos.

La primera gira se realizó en 1962 y contó con John Lee Hooker, Memphis Slim, Sonny Terry Brownie McGee, Willie Dixon, T-Bone Walker y Shakey Jake. El festival resultó un gran éxito pero no solo entre los amantes del jazz, sino que también entró en escena un nuevo público. Eran los jóvenes seguidores del rock and roll que buscaban una mayor conexión con su estilo. Durante esta primera gira, el sello Brunswick/Polydor editó un vinilo de 7” con cuatro cortes que supuso un éxito de ventas, lo que animó animó a Lippmann y Rau a repetir al año siguiente. Este single, a pesar de venir a nombre de John Lee Hooker, en realidad estaba formado por varios combos ad hoc, formados por Hooker y T. Bone Walker a la guitarra, Memphis Slim al piano, Jump Jackson a la batería, Shakey Jake a la armónica y Willi Dixon al contrabajo. El éxito llegó del corte que daba título al disco, “Shake it baby” interpretado por “hobo”.


La gira del 63 contó, además de con los clásicos de los clubs de Chicago, Memphis Slim y Willie Dixon que repetían escenarios, con otro buen puñado de los mejores bluesmen del momento, como Sonny Boy Williamson II (Rice Miller), Muddy Waters, Otis Spann, Lonnie Johnson, Big Joe Williams, M.T. Murphy, y la legendaria Victoria Spivey. El nuevo éxito llevó a los organizadores a convertir el festival en un acontecimiento anual, que se repetiría hasta 1972.

Los años pasaban y el festival fue ganando calidad e incorporando más grandes nombres del blues: Hubert Sumlin, Lighting Hopkins y Sleepy John Estes en el 64, de nuevo Hooker junto a Dr. Ross, J.J. Lenoir, Bug Walter Horton, Buddy Guy y Big mama Thorton en el 65. El 66 traía a los jóvenes representantes del West Side de Chicago, Otis Rush, Junior Wells, al recluso recién salido de la prisión de Angola Robert Pete Williams o al veterano Big Joe Turner. El año siguiente, vendrían los monstruls del blues del Delta Son House, Bukka White y Skip James, junto a los más jóvenes Koko Taylor, el ya citado Hound Dog Taylor y Little Walter.

En 1972 el formato estaba pasado de moda, las actuaciones en teatros alejados del ambiente de los clubs, y la forma de actuar, dos o tres temas y cambio de grupo, acabaron por terminar con el festival. No obstante, la trascendencia sobre el público europeo fue manifiesta, y junto al famoso revival que supuso el British Blues, supuso una salida digna para muchos músicos olvidados.

Vamos con los vídeos. La verdad es que hay varios vídeos del festival,  aunque resultan un poco desastrosos en su organización.

La primera parte corresponde al festival de 1962 y destaca la ambientación teatral que recrea el sur de los Estados Unidos. El vídeo arranca con T-Bone Walker, cuyo estilo limpio influyó en multitud de bluesman, que acompaña a la guitarra a Shakey Jake. Tras ellos, introducidos por T-Bone podemos escuchar a un dúo que actuó junto durante mas de 30 añós, Sonny Terry (armónica) y Brownie McGee, grandes difusores del blues de Piedmont. A continuación, una recreación de un club con el blues elegante y de voz profunda de Memphis Slim al piano. Esta fue una gira importante para Slim que se quedó a vivir en Francia convirtiéndose en un habitual de las noches parisinas.

Tras Slim, el vídeo salta al año 66 y nos muestra a Roosevelt Sykes presentando a Otis Rush con su “I cant quit you baby” grabada en el festival del 1966. Destaca su estilo del West Side de Chicago que contrasta con los demás, no solo en lo musical, sino en la forma de vestir.

un nuevo salto en el tiempo y volvemos a 1963. En este caso, Sonny Boy Williamson II (Rice Miller) presenta a Lonnie Johnson de quien los grandes guitarristas de jazz, Django Reinhadt o Charlie Christian, afirman ser deudores. Se le considera como el principal precursor de la guitarra como instrumento solista, siendo el primero en tocar la guitarra nota a nota con la púa. Como anécdota os cuento que cuando fue requerido para actuar en el AFBF, escéptico por el interés demostrado por los blancos, prefirió seguir trabajando de portero en Toronto, en vez de participar en los festivales de blues revival, donde murió en 1970.

Seguimos saltando para ver a la veterana y procedente del bodevil Sipie Wallace, en el festival del 66 interpretando “Women be wise”. Tras ella, de nuevo en 1965 vemos a John Lee Hooker y tras él a Eddie Boyd interpreta “Five long Years”, tema del que ya hablaremos.

Al igual que en la parte anterior, también en 1965 el gran Big Walter Horton, conocido entre sus compañeros como “el supremo armonicista” que nunca conoció el éxito debido a su solitario y extraño carácter (fue, por ejemplo, despedido por Muddy Waters por impuntual), acabó sus días en la mas absoluta miseria en su casa de Chicago tapizada de los carteles de sus actuaciones internacionales.

Otro salto en el tiempo y volvemos a 1966. Ahora podemos ver a Junior Wells (con Otis Rush a la guitarra). Poderoso armonicista, rival de Little Walker, que se convirtió en una leyenda del “blues revival” actuando incluso, junto a Buddy Guy, teloneando a los Rolling Stones.

Tras él, pero en 1963, uno de los mas grandes guitarristas del Delta, el maestro de la guitarra de nueve cuerdas (construida por él mimo), Big Joe Williams. Su estilo rudo, rítmico, de bajos marcados le llevó desde las penitenciarías de su juventud, hasta los grandes escenarios del “blues revival” de los 60.

“Mississippi” Fred McDowell interpreta en el festival de 1965, un tema con su estilo repetitivo e hipnótico. McDowell, cantó muchas veces a la autopista 61, su carretera amada y en la que consiguió, en sus últimos días, poner una gasolinera con el dinero que percibió por los royaltis de “I gotta move” que los Rolling Stones pusieron a su nombre cuando grabaron este tema en su álbum de 1972, “Sticky Fingers”. Lamentablemente murió pocos meses después.

A continuación, en 1964, y en una interpretación poco frecuente en él, el músico, descubridor de artistas, hombre de negocios y clave para Lippmann y Rau en los AFBF, Willy Dixon. Este enorme contrabajista se merece una entrada para el solo, ya hablaremos de él.

En el festival de 1963 Memphis Slim deja su sitio junto al piano a Otis Spann para sea este quien acompañe al crack de la armónica y personaje único (algún día os contaré su historia) Sonny Boy Williamson II (Rice Miller).

Sigue Sonny Boy y tras él, Victoria Spivey presenta a Otis Spann que se queda interpretando un tema con su estilo barrelhouse urbano cercano al rock and roll.

Acaba Muddy Waters con su clásico “Got My Mojo Working” con Sonny Boy a la armónica, Dixon al contrabajo, Slim al piano, Matt “Guitar” Murphy a la guitarra y  Bill Stepney a la batería.

Y un temazo de despedida, Otis Spann, Big Joe Williams, Willi Dixon, Sonny Boy, Lonnie Johnson, Victoria Spivey y Muddy Waters. Memphis Slim se sienta al piano y cantan todos “Bye, Bye, Blues”

 

“Somebody Loan Me A Dime” (1974), Fenton Robinson

Definido por una revista americana como “guitarrista de guitarristas”, Fenton Robinson es el protagonista de otras historia de mala suerte encarnada en un músico de blues. Originario de Greenwood, Misisipi, adquirió su peculiar estilo a traves de su diferentes migraciones, primero a Memphis, luego a Houston y posteriormente a Chicago, siendo la escuela tejana de T-Bone Walker y Clarence Gatemouth Brown quienes mas marcaran su sonido limpio.

Tras su paso por Memphis y su posterior afincamiento en Little Rock (Arkansas) le llega su primera oportunidad. Después de un par de años cogiendo experiencia en los clubes locales y con un primer paso por el estudio de grabación junto a Rosco Gordon, grabó “Tenesse Woman”. El éxito local de este tema le permitió firmar por el sello Duke de Don Robbey. Y lo que podría haber significado su despegue definitivo se convirtió en el inicio de su mala suerte debido a la costumbre Robbey de firmar a su nombre los temas ajenos. Así, a pesar de componer y grabar “As the years go passing by” este tema siempre estará asociado a Albert King. Algo similar ocurre con “Texas Flood” mas conocida por la versión de otro tejano, Stevie Ray Vaughan.

Desencantado, en 1961 emigró a Chicago donde encajó bien en el nuevo estilo del West Side. Su sonido limpio y jazzy, con mucha influencia soul, le situó en la escena junto a Otis Rush y Magic Sam. Tas algunos años y varias grabaciones para pequeños sellos locales donde va consiguiendo reconocimiento en la cuidad, le llega su gran momento, la grabación de “Somebody Loan Me a Dime” en 1967 para el sello Palos junto a la banda de BB King.  El disco es un éxito y vende 150.000 copias en el área de Chicago.

Pero cuando el sello Palos tiene preparado su asalto al mercado nacional, un temporal de frío hace naufragar el barco que lleva las copias de la nueva distribución abortándose el plan de promoción de la compañía. Y para empeorar mas las cosas, Boz Scaggs, ex guitarrista de la Steve Miller Band, graba su primer disco en solitario incluyendo una versión del “Somebody Loan Me a Dime” con un joven Duane Allman a la guitarra solista, firmada a su nombre.

Si bien posteriormente se le reconocieron los derechos a Fenton Robinson, este hecho le provocó un nuevo desengaño que dio con el en Nashville grabando un disco absurdo, sin apenas guitarra, titulado “Mellow Fellow”

Durante los primeros 70 es rescatado por el bluesman blanco de Mississippi, Charlie Musselwhite, hasta que en 1974 es fichado por el sello Alligator donde Bruce Iglauer le produce su gran álbum “Somebody Loan Me a Dime” para muchos expertos, uno de los diez mejores discos de blues moderno.

Producido por Bruce Iglauer y con Stu Black en los controles, un tándem clásico de la primera época de Alligator Records, participan junto a Fenton, Cornelius Boyson al bajo, Tony Gooden a la batería, Bill Heid a los teclados, Mighty Joe Young con la guitarra rítmica y Donald Baldwin, Bill McFarland, Elmer Brown Jr. y Norval D. Hodges en la sección de vientos. “Mighty” cuyo primer disco como líder “Blues With a Touch of Soul” dejaba una idea clara de su estilo y de la correcta elección del productor de Alligator para acompañar a Robinson. Es disco consta de temas variados, con temas mas tejanos y otros más de Chicago, pero todos con su sello inconfundible: voz meliflua y guitarra limpia con fraseos ricos en notas.

Cuando por fin alcanza el éxito de público y crítica, en una época complicada para el blues, es acusado de homicidio involuntario por el atropello de un hombre y encarcelado en la prisión de Joliet, Illinois. A pesar de que su paso por prisión fue breve, en parte debido a las peticiones de otros músicos (como Musselwhite) y de fans, y aunque graba otro buen disco para Alligator, “I Hear Some Blues Downstairs”, su carrera se ve perjudicada y cae en el olvido.

De vuelta en Little Rock, solo sale bajo la presión de admiradores europeos, sobre todo holandeses, donde graba un buen par de discos: “Blues in Progress” y “Special Road”, ambos para Black Magic. Pero sabe a poco.

En definitiva, uno de los mas brillantes guitarristas de blues de todos los tiempos y a quien la mala suerte, la mala gente y su difícil carácter no le permitieron llegar a lo mas alto.

Vamos a los vídeos. Empezamos por su mayor éxito y tema que abre el disco “Somebody Loan Me A Dime” en una grabación de 1984.

Y para acabar, la versión de Stevie Ray Vaugham de “Texas Flood”

Y la de Albert King de “As the years go passing by”